Fundación Tropigas realiza estudio de situación actual de los ríos Ozama e Isabela




El programa Ribera Verde, en su búsqueda constante de soluciones para el saneamiento y rescate de los ríos Ozama e Isabela, realizó un estudio de la situación actual de estos ríos. En este, se visualizaron los puntos de mayor volumen de lilas (Jacinto de Agua), planta acuática invasora procedente de la Amazonia que se multiplica rápidamente cubriendo grandes espacios de los ríos, dificultando la navegación de pequeñas y grandes embarcaciones y creando hábitat idóneo para la multiplicación del mosquito que produce la Malaria, Dengue y Chikunguña. Esta planta triplica la evaporación del agua y obstruye los canales de riego, lagunas, lagos, etc.

Los ríos Ozama e Isabela han recibido por años descargas de más de 37 cañadas con contaminantes provenientes de actividades humanas como la agricultura, granjas de crianza de animales, mataderos informales, plantas industriales y de generación eléctrica. También, puntos de descarga de alcantarillado sanitario y pluvial de Santo Domingo y residuos arrojados por los habitantes de los barrios adyacentes a los ríos y riberas.

Navegar por las cuencas bajas del Río Ozama es contemplar un paisaje desolador, donde la alta contaminación, el cumulo de viviendas hacinadas y las miles de familias que habitan en ellas en situación de alto riesgo son los protagonistas permanentes de tan inhóspito panorama.

En la actualidad los ríos Ozama e Isabela tienen una demanda biológica de oxígeno entre 6 y 43mg/l (en un río que no debe sobrepasar los 4mg/l). La contaminación microbiológica, coliforme en su mayoría, tiene valores de hasta 24,000 coliformes/100ml (muy por encima de la norma nacional que los valores no deben sobrepasar los 1000 coliforme/100ml). 

La contaminación de residuos sólidos en estos ríos es de plástico, compuestos orgánicos, microorganismos patógenos, nutrientes y carbono orgánico,  aceites, grasas y productos químicos derivados de las industrias, desechos domésticos,  desechos industriales,  metales pesados, pesticidas e insecticidas, insumos agrícolas, restos vegetales y animales, y plantas acuáticas, en su mayoría Lilas.

A consecuencia de esta contaminación en los ríos Ozama e Isabela, se produce una degradación de la calidad del agua, deterioro de los recursos vivientes, reducción de aptitud para el consumo, riesgos para la salud humana, obstáculos para la pesca, disminución de uso recreacional y afecta la estética del paisaje.

El programa Ribera Verde tiene planificado en los próximos meses poner a disposición de la comunidad dos barcos recolectores de residuos flotantes y plantas acuáticas para ser operados en los ríos Ozama e Isabela con el objetivo de reducir el nivel de contaminación de estos ríos.